UNIDAD
II LA CIENCIA EN LA EDAD MEDIA
LA CIENCIA EN LA ALTA EDAD
MEDIA.
Hasta el siglo X la Iglesia fue la valedora de
la cultura clásica en occidente. En el proceso de cristianización de los
bárbaros la Iglesia perdió buena parte de su contenido intelectual. La cultura y la instrucción quedaron
restringidas al dominio del clero en un grado sin paralelo desde el antiguo
Egipto. Hacia el siglo III la Iglesia cristiana, pese a ser minoritaria en
cuanto a número de adeptos, era la organización más poderosa, difundida e
influyente del Imperio. Constantino en el 312 vinculó el Imperio a la Iglesia,
antes de convertirse él mismo en cristiano.
Justiniano (otro emperador
cristiano) clausuró en 529 las escuelas de Atenas. A partir del siglo IV toda la vida
intelectual, incluida la ciencia, se expresó en términos del dogma cristiano. Orígenes (185-253), uno de los padres de la
Iglesia, discípulo del neoplatónico Plotino, empezó a incorporar las partes
menos peligrosas de la filosofía antigua al dogma cristiano. El proceso de asimilación fue muy complejo,
dando lugar a multitud de acusaciones de herejía y a los cismas que dividieron
al cristianismo oriental en los siglos IV y V.
En el siglo V Agustín de
Hipona (354-430) elaboró un compromiso entre fe y filosofía a través de una
síntesis entre la tradición de las escrituras y el platonismo. La filosofía era la parte del pensamiento
racional más asimilable para la teología. Las ciencias basadas en la experimentación y
la observación no les resultaban ni atrayentes ni útiles: no eran relevantes para la salvación eterna y,
su dependencia de los sentidos les
restaba valor frente a la revelación.
No se puede llevar a cabo una síntesis de la
fe con la razón a no ser que se haga una interpretación alegórica de la primera
o se desnaturalice la segunda. Los
conocimientos científicos de la antigüedad nos han sido transmitidos en parte
por la Iglesia, pero han sobrevivido más bien a pesar y no gracias a los
esfuerzos realizados por integrarlos en un cuerpo de dogma. De hecho, la
aceptación de soluciones sencillas (que reflejaban el mundo real) se retrasó
por no cuadrar con el Génesis.
Fragmentos del saber de los
que se disponían y que habían sido conservados por los enciclopedistas latinos:
1. La Historia natural de
Plinio (23-79 n.e.): Sobrevivió durante los primeros siglos de la Edad
Media. Se
empleó como libro de texto. Era la mayor colección conocida de hechos naturales de
la época.
Constaba de tratados acerca de: cosmología, geografía, antropología, fisiología
y zoología, botánica, agricultura y horticultura, medicina, mineralogía y
bellas artes.
2. Los textos sobre matemática y lógica de
Boecio (s. VI): Había recopilado tratados elementales sobre geometría,
aritmética, astronomía y música, basados en las obras de Euclides, Nicómaco y
Ptolomeo.
Había traducido algunas obras lógicas de Aristóteles: Las categorías y de
Interpretatione.
3. Las Etimologías de Isidoro de Sevilla
(560-636), que constituía la fuente de conocimiento de todas las clases, desde
astronomía a medicina.
A partir del S. VII se produjo un aislamiento
intelectual sin parangón debido a la penetración gradual de los bárbaros en el
Imperio Romano y la conquista por los árabes de gran parte del Imperio Oriental
en el siglo VII, lo que produjo un cierre de la fuente de conocimientos griegos
para los eruditos occidentales. A pesar
de ello se conservaron algunos conocimientos gracias a la aparición de los
monasterios con sus escuelas anejas. Este proceso comenzó en 529, con la
fundación del primer monasterio por San Benito en Monte Casino. Los estudios se
limitaron al trivium: gramática, retórica y lógica; y al quadrivium:
aritmética, geometría, música y astronomía.
En la primera parte de la
Edad Media se produjo una asimilación del neoplatonismo que determinó las ideas
cosmológicas hasta la segunda mitad del siglo XII. Agustín de Hipona (354-430),
fue el principal canal a través del cual pasaron las tradiciones del
pensamiento griego a la cultura de la cristiandad latina.
La cultura de la cristiandad occidental fue
predominantemente teológica y moral: mostraron un gran desprecio por la
curiosidad por las cuestiones naturales, y un cierto menosprecio por el estudio
de la filosofía, ya que podían distraer a los hombres de una vida agradable a
Dios. No se pretendía que el estudio de la
naturaleza condujese a hipótesis y generalizaciones científicas, sino que debía
proporcionar símbolos vivientes de las realidades morales.
Eran capaces de observar claramente la
naturaleza, pero sus observaciones eran meras interpolaciones en el curso de
una alegoría simbólica, que era lo único importante. La preocupación por las propiedades mágicas y
astrológicas de los objetos naturales era, junto con la búsqueda de símbolos
morales, la característica principal de la perspectiva científica de la cristiandad.
En la Edad Media, las
distintas partes del cuerpo humano se consideraban vinculadas con distintas
partes del macrocosmos y los humores estaban determinados por los movimientos
de los cuerpos celestes. > “Entender y explicar algo consistía para un
pensador de la época en mostrar que no era lo que aparentaba ser, sino que era
el signo o el símbolo de una realidad más profunda, que denunciaba o
significaba algo distinto.” (Crombie)
Ciertas excepciones: Beda
el Venerable (672-735). Abordó dos temas científicos: la Cosmología general y
la determinación de un calendario fiable. El calendario cristiano estaba basado
en la combinación del calendario romano (basado en el movimiento anual de la
Tierra con respecto al Sol) y el calendario Hebreo (basado en las fases de la
Luna). > La división de los meses, semanas y días provenía del calendario
juliano. > La fecha de la Pascua se fijaba del mismo modo que la pascua
hebrea, es decir, mediante las fases de la Luna. > Problema: la duración del
año solar, el mes lunar y el día son inconmensurables.
Beda construyó un
calendario que permitía calcular las tablas de las Pascuas futuras. > Dio
una descripción de las mareas en De Temporum Ratione (725), relacionándolas con
las fases de la Luna, y afirmando que están provocadas por la atracción de la
Luna sobre el océano. > Distinguió entre mareas equinocciales y mareas
muertas. > Describió cómo el viento podía adelantar o retrasar las mareas; y
cómo las mareas pueden ser diferentes en puntos distintos de la misma cost>
Escuela médica de Salerno fundada por Carlomagno (768-814) reuniendo cuatro
maestros: un latino, un griego, un árabe y un judío. > Casiodoro, gran
canciller del rey Teodorico, tomando como modelo Alejandría quiso fundar una
escuela en Ravena que conciliara el saber clásico con la fe cristiana, pero no
llegó a cuajar. > En el siglo VIII cobran auge las escuelas catedralicias,
con Chartres a la cabeza, cuya biblioteca poseía un Dioscórides latino. > En
los claustros de las escuelas catedralicias y monacales se establecieron
huertos de plantas medicinales.a, por lo que habían de ser tabuladas de manera
separada en cada puerto.
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